lunes, 27 de julio de 2009

Sentada en el parque...


Puede que perderte me ganara a mí la partida. Que tanto amor que destilabas en ti, me hiciese a mi misma odiarme por no saber arrebatarte una gotita del licor que desprendías aquella primera noche de miradas inquietas.
Quizás perderte también fue un regalo que el destino me hizo, cuando yo pensaba que el triunfo era haberte conquistado a pesar de que el primer premio lo compartiamos entre dos.

Fue fácil elevarte al altar, y créeme que aun no consigo que bajes de mi alma todos los peldaños que subiste con el permiso que concede la ingenuidad que lleva consigo el derecho a amar.
Y a pesar de que el agua salga tan caliente que el vapor no me deje ver el resto de mi cuerpo, sigo notando que las duchas son mas frías que las que nos dábamos juntos en aquel baño con tanta historia.

El hecho es, que a pesar de saber que vivía en un engaño, todavía puedo cerrar los ojos y oler aquel dulce sabor de la felicidad que hace un año ya, caduco.

A veces me gusta sentarme en este parque a pensar en ti, quizás porque esta virgen de tu presencia, y nada mas que yo llevo tatuado el sabor de tus pisadas. Será que para cuerpos como el mío es más fácil vivir arrugada en el tormento, que en la suavidad del disfrutar de nuevos caminos. Y eso que no me niego a arriesgar y vivir.

La cosa es que te fuiste sin decir el porque, y yo, a veces, y hoy especialmente, me siento en este profundo mar a bucear entre motivos, pero sigo sin encontrar el definitivo.

miércoles, 1 de julio de 2009

Por fin el bautizo!


Por fin llego el día. Y no sin nervios.
El sábado fue el bautizo del niño de mis ojos. Mi pequeño Pablito...
El viernes tocaba terminar los regalitos que le daban a los invitados. Unas cajas con el nombre del pequeño y su foto impreso en una pegatina. La cajita contenía las semillas de un trébol de cuatro hojas, que ya he plantado y que ya enseñaré! Ese mismo día cenamos los padrinos juntos y comentamos los últimos detalles.

Y el sábado.... Amanecía el día con un solecito que apuntaba a un gran día, pero no imaginaba que el día saliese taaaaaaan redondo. No había pegado ojo en toda la noche, los nervios me podían. Y todos nos encontramos en la iglesia. Y el protagonista no podía estar mas guapo.
Fue una ceremonia muy bonita, sencilla y muy bonita. El chiquitito no dejaba de dormir y sonreír, ni siquiera el agua le molesto. Un dulce.
Y por fin la celebración!
Llevábamos tanto tiempo sin estar juntos toda la familia... Por miles de historias, por ausencias muy significativas, por tragos amargos... Y fue un día de lo mas agradable. Todos juntos, haciendo carreras de cars, y reencontrándonos todos en la barra del bar, y mas risas, historias que contar, chistes, aventuras, abrazos, besos...
A las ocho ya solo quedábamos en el restaurante la última generación familiar sin contar con la que acaba de surgir con el nacimiento de Pablo. Y ahí ya fue la explosión de todos los sentidos...
Si algo nos callamos, en ese momento salio todo. Reconozco que termine llorando, y al día siguiente con dolores por todo el cuerpo, de todo lo que nos pudimos reír.
Abandonamos el sitio oficial por uno que pegase mas con nuestro embriagador estado... Y, ¿que mejor sitio que un karaoke? ¡¡Que vergüenza cuando lo recuerdo!! Y es que mi fuerte no es el cante, y sin embargo no tengo muy claro que soltase el micrófono.. Desde "Maquillaje" de Mecano, hasta "Romance de la Reina Mercedes". Un sin fin!!
Cuando ya no cogía ni un alfiler mas, y la familia estaba en boca de todos, nos volvimos a marchar, de nuevo a un bar con mas gente de nuestras condiciones por lo que a nuestro grupo se unieron bastantes amigos. Allí bailamos, bebimos, cantamos a voz en grito, y acabo de recordar, que el camarero nos puso un bol con tomate aliñado!!! Jaja.. Se me había olvidado por completo...
La noche se fue apagando,o mejor encendiendo, porque iba amaneciendo sin piedad. Y a las ocho de la mañana, casi que en pleno apogeo (porque aquello duró más...) Abandoné. Muy bien acompañada, y de la mano...
Todavía tengo mariposas en el estomago....